Monday, May 14, 2018

¿Votarán ahorradores de Ficrea por sus verdugos?

JUSTICIA, VERDAD, FRATERNIDAD EN EL CASO FICREA

Al Pueblo de México:

La intervención de Ficrea ocurrió el 7 de noviembre de 2014, 23 meses después del inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Esos dos años habían sido los mejores para el presidente priista, En esos meses, el gobierno condujo procesos hacia 11 reformas legales de largo alcance, las que llaman "reformas estructurales".

Para lograr esto, se aprobaron 58 modificaciones a la Constitución, 81 a leyes secundarias y se crearon tres nuevas instituciones de gobierno (Leer aquí). Todo eso, se logró al ponier de acuerdo a partidos representados en el congreso.

Las reformas trajeron descontento de ciertos grupos, y halagos y aplausos de otros; de cualquier forma, se trataba de cambios que llevaban más de 15 años en la agenda legislativa del país. Para rematar los dos años de logros, hacia inicios de septiembre de 2014, el presidente, exultante, anunciaba el proyecto que su gobierno ha descrito como, exagerando o no, la obra de infraesturtu, infrachurch, infraestrutur, infraestructura más importante de la historia de México: el aeropuerto en el Lago de Texcoco.

Así estaba Peña Nieto, disfrutando sus triunfos, cuando sus estrellas empezaron a resquebrajarse. Apenas tres semanas después de anunciar su aeropuerto, en el cenit de su gobierno, el 27 de septiembre de ese 2014, ocurrió en la ciudad de Iguala, Guerrero, una serie de hechos de violencia que causó heridos, muertos y la desaparición de 43 jóvenes estudiantes.

En los primeros meses tras la desaparición de los 43, el gobierno de Enrique Peña Nieto  realizó una serie de investigaciones que apuntaban a la posible culpabilidad de autoridades estatales, municipales, y a grupos de narcotraficantes.

Todavía durante las primeras etapas de la investigación de ese crimen que estremeció a México, el gobierno federal tenía una legitimidad, cierto grado de confianza y fortaleza política de cara a la población.

No fue sino hacia enero de 2015, que el asunto de la investigación por Ayotzinapa estaba ya fuera de control. En ese entonces, los padres de familia de las víctimas rechazaron los informes realizados por el gobierno federal, a los que calificaban como farsas. A final de cuentas, el actual gobierno quedó y quedará manchado ante la opinión pública por el crimen de Ayotzinapa. Más que nada se trató de fallas en su responsabilidad política, aunque el hecho ocurrió en una localidad.

En medio de esto, ocurrió el caso Ficrea.

Protesta de ahorradores defraudados por Ficrea, 
a inicios de 2015, a un lado de la Bolsa de Valores, 
cd. de México. Foto: Expansión


Hay ahorradores defraudados que consideran que la ocurrencia de los hechos en Ayotzinapa le robó atención al caso Ficrea, que dejó como víctimas de robo, a 6 mil mexicanos y sus familias.

Por supuesto se trata de asuntos muy diferentes, y por eso mismo, creo que no es exacto decir que el asunto Ayotzinapa opacó o borró al caso Ficrea en la atención del público. Más bien, el caso Ficrea formó parte del alud de casos de corrupción e ineptitud, que metió al gobierno en una espiral política descendente.

CASO FICREA: INICIO DEL FIN

La bajísima popularidad de este gobierno, de este presidente, es producto de una larga lista de acciones torpes, erróneas, pero sobre todo, muchas acciones francamente inmorales. Cada evento de muchos, por separado, ha contribuido a que la gran mayoría de los mexicanos, todo indica, estén dispuestos a votar para sacar del poder al grupo político que hoy lo ocupa.

El caso Ficrea comenzó --7 noviembre 2014-- en un momento en que Peña Nieto y su gobierno tenían una gran fortaleza política, en muchos aspectos. Como ya dijimos, aunque la tragedia de Ayotzinapa, había ocurrido 40 días antes, en la mente de la mayoría de los mexicanos, en ese entonces, era un hecho que competía a las autoridades locales en Iguala y en Guerrero. Fue hasta enero de 2015 que la torpeza del gobierno federal lo enfangó totalmente en los lodos de Ayotzinapa.

Por otra parte, coincidentemente, dos días después de declarada la intervención de Ficrea, es decir, el domingo 9 de noviembre de 2014, la revista Proceso, publicó un reportaje, realizado en conjunto con el equipo de la periodista Carmen Aristegui, sobre una gran residencia en las Lomas de Chapultepec, Ciudad de México, con valor de 86 millones de pesos, perteneciente a la esposa del presidente. La historia era que la casa había sido construida y vendida a través de grandes facilidades de parte de uno de los contratistas favoritos del gobierno, a favor de la familia presidencial.


Portada de la revista Proceso del 9 de noviembre de 2014.

El presidente y su esposa, literalmente fueron odiados por gran parte de la opinión pública, no sólo como producto de este reportaje, sino por la forma en que se comportaron hacia ese asunto.

Quizá no sea coincidencia que el caso Ficrea estalló dos días antes de la publicación del reportaje de Proceso. El gobierno federal, sabía que Proceso estaba por publicar la historia de "la casa blanca de las Lomas", ¿Adelantó el gobierno la intervención de Ficrea, que ya tenían programada, para que al inicio de aquella semana, le robara un poco de atención al periodicazo de Proceso? Pudiera ser, con este gobierno nunca se sabe.

A pesar de ser parte de un sector muy distintos a otros escándalos del actual gobierno, el caso Ficrea llamó mucho la atención en los medios nacionales, principalmente debido al alto nivel al que llegó la investigación del caso --CNBV y PGR--, por ser un asunto federal, y porque había involucradas 6 mil personas, víctimas, y 6000 millones de pesos en activos.

Después de la intervención, en noviembre, el siguiente paso fue la revocación de la licencia de Ficrea, ocurrida el 19 de diciembre de 2014, con lo cual se consumaba la muerte de la empresa, acusada de supuesto lavado de dinero. Mientras ocurría la intervención, el accionista principal, Rafael Antonio Olvera Amezcua, claramente negoció con el gobierno federal. Una vez que Olvera Amezcua estuvo seguro, con los bolsillos llenos y huido a EE.UU., el gobierno federal procedió a cerrar la empresa, sin marcha atrás. Los ahorradores tendrían que esperar por un proceso de liquidación, o concurso mercantil, de las sobras dejadas por Olvera.

Arrancando el año 2015, ante amagos de los ahorradores de organizarse, el gobierno federal, a través del SAT, lanzó actos de intimidación, en colusión con medios corporativos afines, destacadamente El Universal, contra algunos de los ahorradores que hablaban, de facto, en representación de los afectados.

Pese a ser un asunto financiero, usualmente árido para el gran público, los medios nacionales mantenían un vivo seguimiento del caso Ficrea, especialmente por el elemento de carácter penal que subsistía.

Los ahorradores defraudados por Ficrea hicieron un buen trabajo para mantener vivas, por algunos meses, las protestas sociales por su causa, pero las concentraciones fueron decayendo en número de asistentes, lo cual se debió en gran parte a que muchos de los afectados son personas de la tercera edad, a quienes se les dificulta la asistencia constante a actos públicos.

Mientras, en el terreno legal, los ahorradores en conjunto fueron un desastre; entre abogados ineptos, políticos oportunistas, asesores vivales, promesas vacías de legisladores, e ignorancia, torpeza y división por parte de los propios ahorradores, la lucha por justicia y verdad en este caso, se fue diluyendo poco a poco.

Hoy en día sólo quedan algunos esfuerzos individuales en forma de demandas por daño patrimonial que lograron ya colarse hasta un tribunal. En diciembre de 2015 arrancó formalmente el concurso mercantil (CM), y se encuentra pendiente un juicio penal en Estados Unidos interpuesto por el síndico del CM, pero cuya fecha de ejecución se difiere y difiere, al grado que su fecha tentativa no está señalada sino hasta marzo de 2019.

Con todo y los fracasos, el caso Ficrea formó parte de una tercia de escándalos que marcaron el inicio del declive político del gobierno de Enrique Peña Nieto, hasta culminar en la popularidad más baja para un presidente mexicano desde que se realizan mediciones estadísticas, y a un paso de una elección que tiene grandes probabilidades de perder.

Fueron estos tres los escándalos de corrupción e ineptitud de finales de 2014-inicios de 2015, que abrieron grietas en las estrellas de Peña Nieto:

  • Caso Ayotzinapa (estallado el 27 de septiembre de 2014)
  • Caso Ficrea (iniciado el 7 de noviembre de 2014)
  • Escándalo de "la casa blanca de las Lomas" (detonado por periodistas el 9 de nov. de 2014)
Estos tres casos han sido representativos de la podredumbre del sistema político, en el terreno de la seguridad pública, de la corrupcion de los más altos funcionarios en lo individual, y de la corrupción que socava entero el aparato de justicia. No solo en la parte de procuración, sino en el mismo poder judicial, como se vería después en el concurso mercantil.

Sí. A estos casos, muy diferentes entre sí y abarcando diferentes aspectos de la vida pública, en los años siguientes se fueron sumando escándalo tras escándalo, de corrupción, de ineptitud en cuidar la seguridad de los mexicanos y de torpeza y soberbia para atender a la población, especialmente a víctimas de crímenes, injusticias y a grupos vulnerables.

Es necesario señalar que en el caso Ficrea, como en muchos otros, la responsabilidad política última SÍ llega hasta el mismo presidente de la republica. Siempre que existe una labor donde se coordinan varias dependencias federales, existe una responsabilidad del jefe más alto de los diferentes mandos. Que no es otro que el presidente. En el caso Ficrea, la intervención fue una acción conjunta entre Secretaría de Hacienda (CNBV y Unidad de Inteligencia Financiera), y PGR (Seido y la unidad de inteligencia financiera de la propia procuraduría).

A pesar de todos los fracasos en la lucha por justicia y verdad en el caso Ficrea, hoy, como todos los mexicanos, estamos a un paso de ejercer el consuelo de los pueblos que viven en democracia: el sufragio libre.


USTED AMIGO AHORRADOR: ¿VOTARÍA POR SUS VERDUGOS?

Saludos a todos


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Responsable de este blog: Jorge Eduardo Jiménez
En Twitter: Ehecatl6
Correo-e: ibetyouwishyouwererighthere@gmail.com 

Wednesday, May 09, 2018

CRECE LA POSIBILIDAD: los responsables del caso Ficrea ya se van

JUSTICIA, VERDAD, FRATERNIDAD EN EL CASO FICREA

Al Pueblo de México:

Todo puede pasar, pero cada vez crece la posibilidad de que el grupo que actualmente tiene el gobierno de la República, deba irse, irse ya sea a la oposición política, o bien a buscar un modus vivendi, en el mundo empresarial o corporativo, que es lo más seguro que muchos de sus integrantes hagan, si pierden las elecciones del 1 de julio.

Recordemos que el titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en el momento de la intervención de la financiera Ficrea, 7 de noviembre de 2014, era Jaime Aguadé, quien había sido nombrado en ese puesto el 14 de diciembre de 2012, por el nuevo presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Puesto en el que duró hasta finales de diciembre de 2017, cuando renunció para irse a la campaña del candidato del PRI a la presidencia, José Antonio Mead, donde hoy permanece.

Jaime Aguadé. Foto: Asociación Mexicana
de Bancos


Recordemos que la intervención, ulterior revocación y quiebra de Ficrea dejó sin sus ahorros de vida a más de 6 mil ahorradores mexicanos y sus familias. Según la CNBV y la PGR, quienes condujeron la intervención, ésta se debió a un fraude perpetrado por el accionista principal de Ficrea, Rafael Antonio Olvera Amezcua, a quien el propio gobierno le permitió huir a Estados Unidos, donde vive con millones y millones de pesos de los ahorradores.

Los ahorradores defraudados por Ficrea sabemos y hemos comprobado que las acciones de Olvera Amezcua fueron consentidas por durante un periodo de tres a cuatro años, por la propia CNBV, órgano encargado de regular a las sociedades financieras populares (Sofipos), que era la figura legal con la que operaba Ficrea.

MEADE, SUS ALLEGADOS Y EL CASO FICREA

José Antonio Mead, en una portada 
reciente de la revista Proceso.

A continuación una breve semblanza de cómo el grupo que operó la regulación financiera en México durante todo el caso Ficrea es el mismo grupo que hoy quiere perpetuarse en el poder bajo el liderazgo de José Antonio Meade.

Hay que recordar que Ficrea obtuvo de la CNBV su licencia para operar como Sofipo, esto es, para captar dinero del público legalmente, el 17 de junio de 2008. En ese entonces, gobierno de Felipe Calderón, el titular de la CNBV era Guillermo Babatz, quien fue compañero de universidad (ITAM) y generación de José Antonio Meade.

Babatz fue el titular de CNBV desde julio de 2007 y hasta el final del gobierno de Calderón, en diciembre de 2012.

Así nació Ficrea, que operó desde 2008 hasta 2010 como una Sofipo más, desconocida para el gran público y sin mayor suceso de relevancia.

Ficrea fue fundada y operada durante esos dos años por dos accionistas principales, de nombres David Coutiño Abud y Víctor Manuel Coutiño Albores. 

En agosto de 2010, estas dos personas fueron acusadas de solicitar al Banco Interacciones --propiedad de Carlos Hank Rhon-- hasta 174 millones de pesos, pretendiendo falsamente que ese dinero constituía una serie de adelantos para personas beneficiarías de Procampo. Utilizando el esquema financiero de reparto de recursos federales para los campesinos, los Coutiño se quedaron con la lana, defraudando a Banco Interacciones, quien los demandó penalmente pero luego los perdonó. Todo indica que en la negociación para desistirse de la acusación penal, Interacciones, provocó que los Coutiño, perdieran el control de su Sofipo, Ficrea. (Los detalles de este caso pueden consultarse aquí)

Y entonces es donde entra en escena Rafael Antonio Olvera Amezcua, individuo de oscuro pasado, quien según versiones periodísticas no confirmadas trabajó en la secretaría de Hacienda, aunque no se tiene claro en qué tiempo trabajó y en qué cargos. Tal parece que hay personas poderosas a quienes no conviene se revelen detalles de la biografía de esta persona.

Sólo días después de aquel agosto de 2010 en que los Coutiño fueron acusados de fraude, la licencia de Ficrea y sus activos fueron traspasados al tal Olvera Amezcua. Esto al parecer fue producto de una negociación con Interacciones, a cambio de que ésta perdonara a los Coutiño por el fraude millonario, y se desistiera de la denuncia penal.

Rafael Antonio Olvera Amezcua era accionista mayoritario de Grupo Trade, una serie de empresas a la que incorporó a Ficrea. Se ha documentado ámpliamente en la prensa y en este Blog, cómo Olvera Amezcua, a través de Grupo Trade, hizo oscuros negocios con gobiernos priistas en el Estado de México, Coahuila, Tabasco y Oaxaca, de los años 2011 a 2014. (Leer aquí).

Olvera Amezcua tomó el control de Ficrea en aquel agosto de 2010, decidido a hacerla en grande. 

Pero antes, hay otro suceso extraño que liga a Interacciones con Olvera Amezcua, los Coutiño y el traspaso de Ficrea entre estos.

En el año 2006, Interacciones acusó a Olvera Amezcua de un fraude, cuando éste, a través de Leadman Trade, otra de las empresas del Grupo Trade, le cobró un crédito a Grupo Martí; luego, habiendo ya cobrado, le vendió fraudulentamente los derechos de dicho crédito a Interacciones. Es decir, Grupo Trade cobró dos veces por el crédito. Así que, cuando Interacciones le quiso cobrar a Grupo Martí, éste le respondió: "Pero si yo ya le pagué el crédito a Grupo Trade"

Durante años, Olvera Amezcua enfrentó una acusación por fraude, LA ENFRENTABA INCLUSO AL MOMENTO DE QUE LE FUE TRASPASADO EL CONTROL DE UNA SOFIPO, REGULADA POR LA CNBV.

Es decir, Olvera Amezcua se convirtió en 2010,  en dueño de una empresa parte del sistema financiero mexicano, mientras al mismo tiempo estaba acusado de fraude.

Existió sin duda una dudosa negociación entre dos acusados de fraude por Interacciones --en acusaciones por separado y por diferentes motivos-- que derivó en que uno de los acusados le traspasó el control de un vehículo financiero --Ficrea-- al otro. Y todo esto, bajo el testimonio y regulación de la CNBV de Babatz, quien le entregó un certificado a Ficrea, que debe estar valorado, para efectos prácticos en varios millones de pesos.

Es decir, un ladrón, quien ve su mano torcida, es obligado a ceder una empresa certificada por el gobierno a otro ladrón, quizá más chipocludo y listo para hacer negocios bien en grande.

Ya con el control de Ficrea, Olvera Amezcua, acusado de fraude por Interacciones, pisó la cárcel en el año 2011, cuatro años después de iniciada la demanda, pero como ya había ocurrido una negociación cuyos pormenores desconocemos, Olvera dejó el bote casi de inmediato, pues Interacciones, como en el caso de los Coutiño, se desistió de la misma.

Ya en el año 2011, Olvera Amezcua, procede a incrementar el capital de Ficrea. Tan sólo en los primeros meses de 2011, después de medio año de haber adquirido Ficrea, el capital de ésta fue duplicado, de 10 millones a 20 millones de pesos, reporta El Economista. Al momento de la intervención, Ficrea reportaba activos por cerca de 6000 millones de pesos.

El acelerador de captación del público ahorrador por parte de Ficrea se metió a fondo a partir de junio de 2011, cuando Olvera nombra como director general de Ficrea a Sergio Ortiz Valencia, quien permanecería hasta la intervención.

La actividad captadora por parte de Ortiz Valencia se aceleró rápidamente luego de que Ficrea empezara a utilizar dudosas tácticas para convencer a cada vez más ahorradores. Por ejemplo, Ficrea enviaba a sus agentes de ventas a decirle al público que la Sofipo estaba en proceso de convertirse en un banco. Lo cual resultaba falso, a decir de la CNBV tras la intervención.

La captación por parte de Ficrea comenzó a agarrar verdadero vuelo en ese 2011, año en cuyo mes de septiembre, asume la titularidad de la Secretaría de Hacienda, José Antonio Meade, quien hasta ese momento, en el gobierno de Calderón, había sido secretario de Energía.

MEADE TRANSEXENAL; MEADE Y CUATES

Meade entró al gabinete del panista Felipe Calderón el 7 de enero de 2011, en Energía, pero el hoy candidato presidencial tenía como destino una cartera más importante. Apenas, ocho meses después, Meade fue nombrado titular de la Secretaría de Hacienda., en sustitución de Ernesto Cordero.

¿Será una casualidad que los últimos cuatro secretarios de Hacienda (Meade repitió) hayan sido tres íntimos, formados en el ITAM?

José Antonio Meade, y Luis Videgaray, 
en tiempos estudiantiles. Foto: El Financiero (clic para ampliarla) 

Este grupo político y de amigos ha logrado realizar una ocupación transexenal de todo el sector económico-financiero del gobierno federal. Y es que Meade, ya lo mencionamos, es amigo íntimo de Luis Videgaray, quien para cuando Meade subía a Hacienda, era el hombre brazo derecho del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, destinado para ser a quien el grupo de poder lograra colocar como presidente de la República. En las elecciones de 2012, la candidata del PAN, partido del presidente Calderón, sólo fue una figurante, pues el verdadero señalado para ser llevado hasta la presidencia era Peña Nieto. Con éste, el grupo del ITAM Videgaray-Meade et. al. aseguraba su permanencia transexenal.

Enrique Peña Nieto, el 11 de mayo de 2012, entonces candidato presidencial,
en los pasillos de la Universidad Iberoamericana. Foto: Archivo

Meade era el más deseado para que continuara en Hacienda, aún tras el cambio de gobierno en 2012, y lo hubiera logrado, sino fuera porque esa cartera sería ocupada por el primer hombre de Peña Nieto: Luis Videgaray. De todos modos, cuando Videgaray pasara a otra tarea --previsiblemente candidato presidencial para 2018-- ahí estaría José Antonio Meade para sucederlo. Por eso, Meade entró desde el inicio al gabinete presidencial --para transitar la ruta Exteriores-Sedesol-Hacienda.

Como la ruta de Videgaray a la candidatura presidencial se complicó en serio, todo se movió para que fuera Meade el candidato del grupo en el poder. Personas bien enteradas sabían por lo menos desde el año 2015, que Meade --al no poder ser Videgaray-- era el delfín de Peña Nieto, para la candidatura.

Pero volvamos al caso Ficrea. Iniciado el gobierno de Peña Nieto en 2012, con Videgaray como secretario de Hacienda, se realizó el relevo en la CNBV, cuya titularidad no iba a recaer sino en oooooootro íntimo no sólo de Videgaray, sino muy especialmente de José Antonio Meade. Claro, hablamos de Jaime Aguadé. Meade y Aguadé no sólo estudiaron en el ITAM sino que coincidieron en viajar a la universidad de Yale, Estados Unidos, para estudiar posgrados.

Como se ve, el grupo entorno a Videgaray y Meade tenía firmemente asegurado todo el sector financiero y económico del gobierno federal, por el sexenio actual, por el pasado y el porvenir.

Y fue en el sexenio de Peña Nieto-Videgaray-Aguadé que el truhán Rafael Antonio Olvera Amezcua, dueño de Ficrea, se deschongó verdaderamente, como dice el habla popular. 

Ansioso, Olvera Amezcua, y su Ficrea --muchos fuimos testigos-- hacía a partir de 2013, una labor intensiva para presentarse ante el público como una empresa financiera de inversiones. Violando diversos lineamientos durante años, Ficrea incrementó brutalmente sus activos. Por ignorancia, ansias de ver mayores rendimientos --la avaricia es diferente, la avaricia es cuando se está dispuesto a TODO para obtener riquezas--, y credulidad, miles de ahorradores mexicanos fueron convencidos para poner buena parte de sus ahorros. Algunas personas, muchas de ellas jubiladas, cometieron el error financiero de poner "todos los huevos en la misma canasta", la canasta Ficrea, en contra de las recomendaciones de los expertos en finanzas personales.

Pero más allá de errores personales, la gran mayoría de los ahorradores defraudados por Ficrea, había investigado en la CNBV sobre la viabilidad y seguridad de invertir dinero en esa Sofipo. Al ser consultados, ni la CNBV, ni la Condusef, daban nunca ningún mensaje de alerta; no existía ningún protocolo para alertar al público, así fuera de forma discreta, sobre los focos rojos, rojísimos que sólo tenían muy presentes, los burócratas de Jaime Aguadé.

Después de estallar la intervención, con algunos activos en poder de la CNBV y otros asegurados por la PGR, Olvera Amezcua, experto en la negociación sucia, y con muy buenas relaciones con personas poderosas, logró que lo dejaran ir, para instalarse en Estados Unidos, donde es considerado un mediano magnate de las bienes raíces, adquiridas con el dinero de los ahorradores de Ficrea.

Por cierto, un personaje clave --que hubiera sido clave-- para enredar y atrapar a Olvera Amezcua, es Alberto Bazbaz, abogado, integrante del grupo compacto que conformó Luis Videgaray desde el Estado de México y gran amigo de Peña Nieto.

Bazbaz era, al estallar el caso Ficrea, el director de la Unidad de Inteligencia Financiera, de la Secretaría de Hacienda. Hoy en día, Bazbaz es el director del Cisen, el órgano de espionaje del gobierno.

Bazbaz, se hizo de la vista gorda. Foto: El Universal

Tal es, a grandes rasgos, el grupo responsable del caso Ficrea.

¿Será verdad que tienen muy altas posibilidades de largarse del gobierno?

Lo sabremos el 1 de julio.

¿Sacarían los ahorradores defraudados por Ficrea algún provecho de que se fuera este grupo?

Puede ser.... puede ser....

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