JUSTICIA, VERDAD, FRATERNIDAD EN EL CASO FICREA
Al Pueblo de México:
Al presidente de la República, Enrique Peña Nieto:
A los legisladores de la República:Al presidente de la República, Enrique Peña Nieto:
DIARIO DE UN AHORRADOR DEFRAUDADO: Mañana 7 de agosto se cumplirán nueve meses del inicio de la intervención gubernamental de Ficrea, que derivó a la postre en el anuncio de la liquidación de la Sofipo, debido a un supuesto fraude que ha dejado sin gran parte de su patrimonio a más de 6 mil ahorradores mexicanos y a sus familias.
Ayer miércoles un grupo de unos 200 ahorradores se dio el cita en el Senado de la República para pedir a los legisladores se retome la discusión en el Congreso sobre las modificaciones a la Ley de Ahorro y Crédito Popular que plantee una solución para los defraudados.
En lo personal, me dio gusto, como siempre, ver a mis compañeros de desgracia, con los cuales se ha dado una amistad que ya en sí es una compensación no material, pero muy valiosa, al fraude y robo que padecí como todos los demás depositantes.
Agradezco a varios de mis compañeros defraudados que me pidieron seguir escribiendo más seguido en este Blog. Sus peticiones me motivan para en efecto hacerlo.
Ayer, conversando con un compañero defraudado, le comentaba que si algo me ha dejado la experiencia del fraude en Ficrea --haciendo de lado lo malo, es decir las dificultades y el golpe económico que representó perder parte de mi patrimonio--, fue verme forzado a reflexionar sobre mi vida en particular, sobre la vida en general, sobre la maldad humana, sobre los errores propios. A la par, por supuesto, que también ha sido un aprendizaje sobre la forma en como funciona el mundo, y en particular la forma en que funciona nuestro México, y lo mal manejados que se encuentran los asuntos públicos, en lo desprotegidos que estamos los ciudadanos que somos víctimas de delitos, y que buscamos justicia.
A mí, como a todos los defraudados por Ficrea, nos ha tocado ser víctimas de un delito, en este caso un delito económico, o para decirlo más claramente, del delito de robo. ¿Qué sentido tiene ser padeciente de una injusticia? Algún sentido debe tener.
Otro saldo positivo para mí, en el caso de Ficrea, es que en lo personal me he acercado a Dios de una forma en que no lo había hecho en mi vida previa. En concreto, he abrazado una religión, y por primera vez en mi vida soy practicante serio de una fe particular, lo cual me ha venido muy bien, y me ha dado una tranquilidad que no había conocido, la verdad y que pienso que tanto se requiere en la vida en general y en particular para enfrentar las dificultades que la vida nos va poniendo.
Pido a los lectores me disculpen por estas notas personales, pero pienso que cada uno de nosotros, a la par de haber vivido una experiencia traumática, a la vez ha tenido seguramente vivencias de esfuerzo, cambio y crecimiento.
MALDAD
Sin desearlo realmente, muy frecuentemente pienso en cierta persona que mencionaré más adelante. Al conversar con mis seres queridos, últimamente, a veces sale a colación el tema del mal o maldad que existe en el mundo. Lo vemos por supuesto todos los días en las noticias, todos los días ocurren actos malvados, deleznables, con su saldo de respectivas víctimas. Pero no sólo en las noticias, sino que en nuestra vida cotidiana, en nuestro entorno inmediato, al conversar con familiares, vecinos, amigos, nos damos cuenta lo frágiles que somos los seres humanos al estar en riesgo permanente de ser influenciados o ser víctimas por actos de maldad humana.
La persona acerca de la que --sin desearlo, en verdad-- pienso frecuentemente lleva el nombre de Rafael Antonio Olvera Amezcua. Sí, el presunto autor del fraude de Ficrea. Por supuesto que los actos de esta persona ejemplifican muy bien la maldad humana, sólo que esta persona difícilmente hubiera podido haber actuado como actuó sin tener cómplices, seguramente muchos cómplices. Lo más obvio es que sus cómplices más inmediatos fueron sus colaboradores dentro de Ficrea. Sin embargo, existen muy serias sospechas de que esta persona pudo haber contado con cómplices de parte de las autoridades, y no sólo para el caso específico del fraude en Ficrea, sino para otra serie de actos dudosos realizados con la complicidad de diversos gobiernos locales en México, todo lo cual lo hemos mencionado en este Blog.
No me queda duda de que quienquiera que realice actos contra otros seres humanos tarde o temprano paga, y paga de forma terrible. Muy al principio de la intervención y de todo este problema de Ficrea, conversaba yo con un joven amigo defraudado, quien se encontraba muy devastado por estos hechos, comprensiblemente enojado contra los autores de todo este desmadre. Sin saber cómo, le dije algo que después, él me hizo saber que le sirvió un poco para dar sentido a todo esto. Lo que le dije fue: "No te preocupes, a final de cuentas, la muerte a todos nos iguala".
La frase por supuesto, la dije pensando en Rafael Antonio Olvera Amezcua, y quien le hubiera ayudado a hacer lo que hizo. En efecto, muchos criminales hay que pueden salirse con la suya, pero sólo se trata de un escape temporal. Seguramente el señor Olvera, con todo el dinero robado, ha podido comprar tiempo, con la ayuda de buenos abogados, haciendo uso de herramientas al alcance de criminales ricos, como cambiarse de país, interponer recursos jurídicos que retrasen y retrasen cualquier esfuerzo jurídico en su contra, o incluso como lo veremos a continuación, muy probablemente comprando protección de personajes poderosos.
No estamos aquí prejuzgando, El señor Olvera podría resultar ser inocente, pero si fuera el caso, debería estar en México, explicando y defendiéndose. Y en caso de que el señor fuera inocente, entonces alguien ha estado mintiendo.
Creo firmemente que la justicia llegará en el caso Ficrea, pero lo que es preocupante es el tiempo que transcurre y transcurre. Hay mucha gente entre los defraudados sufriendo carencias terribles. y a final de cuentas, los seres humanos no podemos darnos el lujo de perder demasiado tiempo.
SEIDO
Como es sabido de la mayoría de los ahorradores, a finales de marzo pasado, un grupo de defraudados presentamos ante la justicia federal una denuncia penal de hechos contra Olvera Amezcua, presuntos cómplices y contra quien resulte responsable.
La denuncia llevó a una Averiguación Previa que lleva el número UEIORPIFAM/AP/060/2015, y que fue asignada a la UEIORPIFAM (Unidad Especializada en Investigaciones de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Falsificación y Alternación de Moneda), de la SEIDO (Subsecretaría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada), de la PGR.
Ayer nos recibió a tres ahorradores de Ficrea, el fiscal que lleva el caso, el señor, Héctor Hugo Ríos Torres, quien nos aseguró que siguen trabajando en la labor de integrar información de las mismas víctimas --que han tenido que solicitar al interventor--- así como otro tipo de datos. El señor Héctor Hugo Ríos Torres, fiscal de la SEIDO, nos aseguró que dentro de dos semanas aproximadamente, estará en condiciones de informar de avances concretos de la investigación. Así que quedamos en llamarlo el día 20 de agosto para saber de los avances, y de lo cual estaremos informando en este Blog.
Por cierto, el fiscal Ríos nos dijo que la PGR está buscando tipificar el delito de fraude, a la vez de que están integrando acusaciones por un delito federal contra Olvera Amezcua y otras seis personas mencionadas en la denuncia.
Dos de los compañeros defraudados que me acompañaron ayer presentaron al fiscal Ríos una copia del reportaje, publicado el 30 de julio pasado en el diario El Economista, firmado por el reportero Fernando Gutiérrez, en el que se da cuenta del supuesto paradero de Olvera Amezcua. (Leer reportaje).
El fiscal Héctor Hugo Ríos Torres se mostró al parecer sinceramente sorprendido por el reportaje, nos agradeció y aseguró que verificarán dicha información.
Según el reportaje de El Economista, Olvera Amezcua se encuentra establecido en San Antonio Texas, Estados Unidos. Se recomienda a los lectores de este Blog leer con detenimiento el reportaje.
El reportero Fernando Gutiérrez publica además dos fotografías donde aparece Olvera Amezcua, con su hijo, Rafael Olvera Silva, quien podría resultar cómplice.
Olvera Amezua (el hombre viejo de blanco),
posa junto con su hijo (izq.),
Rafael Olvera Silva, para un foto de 2013,
época en que
Ficrea vivía su mejor época de captación financiera.
Foto: El Economista
Rafael Olvera Silva,
hijo de Rafael Antonio Olvera Amezcua,
aparece sobre un yate,
en una fotografía que data aproximadamente
del mes de mayo pasado.
Foto: El Economista
Imagen del directorio telefónico
en línea de San Antonio Texas
que confirma que existen la residencia
de Olvera Amezcua en dicha ciudad.
(Pulse para ampliar) Foto: Internet
(Pulse para ampliar) Foto: Internet
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Responsable de este blog: Jorge Eduardo Jiménez
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1 comment:
Me da mucho gusto que nuevamente te hayas decidido a escribir,es muy importante tener siempre en la mente que debemos seguir en la lucha para recuperar nuestro patrimonio.
Saludos.
José Tellez
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