Dos semanas antes de que iniciara la nueva presidencia en Estados Unidos, lo previmos en este Blog. Dijimos que el gobierno de Donald Trump buscaría negociar con México teniendo como fin último, estratégico, involucrar a nuestro país en sus planes sobre "seguridad nacional".
Pocas personas en México se han dado cuenta del peligro que representa para nosotros el que el gobierno de Enrique Peña Nieto llegue a aceptar los dictados de Washington en el tema de la "seguridad".
En los últimos días Washington parece tener mucho interés y bastante prisa en dejar claro ante la opinión pública que sobre la mesa bilateral, se encuentra el tema de la seguridad, en la forma de la "lucha contra los carteles mexicanos del narcotráfico".
contra la seguridad de Estados Unidos,
de la organización Council on Foreign Relations
muestra que según ellos, México
es el único lugar del Continente Americano
donde tiene lugar un "conflicto"
que "impacta" los intereses
estadounidenses.
El nuevo gobierno estadounidense ha sido demasiado sincero en poner sobre la mesa lo que quiere para México. Primero, a través de la "filtración" del día 1 de febrero de un supuesto fragmento de la conversación entre los dos presidentes, supimos que el presidente gringo "ofreció" a Peña Nieto enviar tropas para ayudar en la lucha contra los narcos. Trump confirmó esto último en su más reciente entrevista con la cadena de TV Fox News.
Luego, ayer martes 7 de febrero, el general John Kelly, secretario de Seguridad Nacional de EE.UU. --Homeland Security-- dijo claramente ante un comité de legisladores de allá que proponen a México que acepte ayuda militar para destruir plantíos de enervantes.
Lo que están proponiendo Kelly y Trump parece ser de plano la entrada de fuerzas militares a territorio mexicano. No se sabe si no les han explicado a estos personajes que la Constitución mexicana prohíbe al gobierno de Peña Nieto permitir tal cosa.
Como hemos dicho repetidamente en este Blog, los gobernantes estadounidenses son todo menos tontos. Si hacen declaraciones efectistas y escandalosas, no es porque no sepan que son disparates, sino que las espetan para provocar una reacción y para buscar algo muy específico.
La "ventaja" del estilo de comunicación del gobierno de Donald Trump es que dicen las cosas a viva voz y abiertamente.
LA DEBILIDAD EL GOBIERNO MEXICANO
Desde que Donald Trump tocó el tema "México" durante su campaña electoral y hasta ahora, su plan ha sido exhibir las debilidades de nuestro país y de nuestro gobierno, para después mostrar una posible "salida" hacia una negociación, una negociación de la que por supuesto, EE.UU. espera emerger tras obtener una ventaja, en conseguir algo muy importante para ellos.
La pregunta entonces debe de ser: ¿Qué es lo que más importa a EE.UU. de su relación con México? Ojo, la pregunta no es sobre lo que le importe a Trump, sino a EE.UU....
Lo que más importa a EE.UU. de México, es obtener el control de su territorio. La economía ya la tienen controlada, los recursos naturales mexicanos ya están en vías de ser plenamente controlados por los intereses de Washington; sólo les falta el pleno control del territorio.
Ahora bien ¿Cómo va EE.UU. a avanzar hacia eso que más le interesa de México? Es aquí donde entran las gandallas técnicas de negociación de Trump, quien se encargará de "convencer" al gobierno mexicano de hacer lo más "conveniente".
Para logra avanzar los intereses estadouniden en una negociación con México, Trump ha hecho ya una tarea de exhibir los puntos más débiles de nuestra nación y de nuestro gobierno.
La mayor debilidad de México es, sin ninguna duda, económica. Estados Unidos está en posición de causar graves problemas económicos-financieros a México si así se lo propusiera. Creo que nadie puede tener duda de ello. Si EE.UU. por ejemplo, entra a una negociación del TLC con el ánimo claro de destruirlo, puede causar mucho daño al sector exportador mexicano y a la inversión foránea en México, que son dos rubros de los que los últimos gobiernos aquí nos han hecho depender como país.
Una verdadera crisis financiera, con salida masiva de capitales de México, con quiebras de cientos de empresas, sería algo catastrófico para los mexicanos que no están en posibilidad de sacar sus activos del país: es decir, para el 99% de nosotros.
Esa es la triste realidad, y el riesgo que flota en el ambiente; eso es lo que ha causado mayor inquietud en las últimas semanas en México.
Esta forma de causar temor, es parte de la técnica de "negociación" de Donald Trump, quien a través de ésta busca dejar bien claro cuál de las partes negociadoras es la parte débil. Una vez cumplido este paso, se pasa a poner sobre la mesa, de inmediato, una "solución", o "salida" dentro de la misma negociación.
El pago del famoso "muro" en la frontera común es una de esas posibles soluciones que Trump plantea. Este es el razonamiento del personaje: "Te puedo destruir económicamente si me lo propusiera, pero no te preocupes, te ofrezco que pagues el muro que voy a construir, y así puede que quedemos en paz".
Sin embargo, hay problemas para el plan de Trump sobre el pago mexicano del "muro". Esta construcción, tal como la plantea el presidente gringo podría volverse algo muy complicado porque depende de muchos pasos y variables: para empezar, que el Congreso de EE.UU. asigne recursos federales para la muralla, con la condición de que México reintegre a futuro ese dinero de una "forma complicada". La jugada parece demasiado compleja para siquiera considerarla en serio, como política pública.
Nosotros pensamos que el tema del "muro" no es sino otra forma de intimidación, dirigida de nuevo a exhibir otra debilidad de México; en este caso la migración de mexicanos pobres hacia EE.UU., lo cual a final de cuentas, es un rubro más de nuestra debilidad económica.
Una vez que Trump deja bien claro ante todo el mundo, que Mëxico está en una posición extremadamente débil para hacerle frente, entonces presenta otra "salida" o "solución", que la parte débil tendrá muchos problemas para rehusar.
Esta otra salida o solución, puede que sea la definitiva por ahora, es proponer a México el profundizar la cooperación militar y de seguridad en la zona fronteriza, y trabajar junto con EE.UU. en la lucha contra el narcotráfico en todo nuestro territorio, una lucha que siempre ha sido en realidad una táctica de control militar por parte de Washington.
¿Pero si Trump espera aprovecharse de México, cómo es que en lugar de exigirle que entregue, al contrario, le ofrece darle, en este caso ayuda en "seguridad"?
Pues porque el ofrecimiento estadounidense es "Una oferta que México no puede rechazar", como diría Michael Corleone en la película "El Padrino".
El envío de ayuda militar --aunque por ahora no sean soldados, pues eso lo prohíbe la Constitución mexicana-- en mayor magnitud que la entregada hasta ahora, que es de 1 un mil 300 millones de dólares desde 2008, sería la forma de EE.UU. de avanzar hacia el control militar del territorio mexicano. Esto es algo que muchos lectores de este Blog, quizá pensarán que es sumamente exagerado. Pero la historia reciente de la política exterior estadounidense no permite que le llamemos a esto una exageración.
Si el actual gobierno mexicano le abre la puerta a una mayor presencia de inteligencia, militar y de seguridad de EE.UU. en nuestro país, estarán abriendo la puerta a un infierno que hará palidecer a los años de la violencia de la "Guerra de Calderón" contra el narcotráfico.
Y que nadie se engañe, el problema mayor no es Donald Trump. Los objetivos estratégicos estadounidenses son planes que se miden en décadas, no en años, y que trascienden a las diferentes presidencias. Cada presidente estadounidense, hace su esfuerzo para avanzar los objetivos estratégicos militares de EE.UU. en favor de sus intereses nacionales. Trump cumple el perfil para que esos intereses tengan un avance hacia una meta específica.
Por eso es necesario profundizar un poco más sobre estos intereses estratégicos estadounidenses, de los que México es sólo una pieza, lo cual haremos en el próximo post de este Blog.
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