Al presidente de la República, Enrique Peña Nieto:
A los legisladores de la República:
DIARIO DE UN INVERSIONISTA DEFRAUDADO: Presentamos a continuación una crónica escrita por Fernando Gutiérrez, reportero del diario El Economista, publicada en dicho diario originalmente el viernes 8 de mayo pasado. (Nota original aquí)
Estas dos historias son sólo una muestra. Hay cientos, miles de historias trágicas de personas que perdieron sus ahorros por el presunto fraude en Ficrea.
El señor Armando Garfías (izq.), uno de los 6,500
defraudados por Ficreas, presentó el pasado
jueves su testimonio de que ya no tiene dinero
para comprar medicamentos para aliviar su salud,
durante una conferencia de la
Comisión de Ahorradores Defraudados
por Ficrea. Foto: Francisco Olvera/ La Jornada
A seis meses de que inició la pesadilla en Ficrea
Por Fernando Gutiérrez,
Han pasado seis meses de la intervención gerencial de, hasta noviembre del 2014, la segunda sociedad financiera popular (sofipo) más grande e importante del sector: Ficrea. A pesar de que el gobierno, especialmente la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ha reiterado que actuó a tiempo, para algunos defraudados de la tercera edad dicha intervención significó una complicación que llegó en la última etapa de su vida.
Ésa es la historia de Armando Garfia Rodríguez, un septuagenario que con un nudo en la garganta relata su vivencia: “Desde que decidí ahorrar en Ficrea, pedí explicaciones a la CNBV de que si esta institución era de confianza y me dijo que no había ningún problema.
“En mi caso -agrega- tengo problemas de salud; con los recursos que me han quitado ha sido imposible cubrir todas mis necesidades: estaba sujeto a una colostomía por parte del seguro social donde se me proporcionaban bolsas recolectoras, pero en enero me fueron retiradas...Cada bolsa cuesta aproximadamente 100 pesos que se tienen que cubrir cada tercer o cuarto día. Sin los recursos (con los) que contaba en Ficrea, ha sido muy difícil solventar mi enfermedad.
“No es un regalo lo que estamos pidiendo, es nuestro derecho que se nos regrese nuestro dinero”, expresa Armando.
Por su parte, cuando explica su problemática, Enrique Lugo se apoya en su andadera para ponerse en pie. Con los ojos llenos de lágrimas dice: “Después de 60 años de trabajo honesto, me quitan mi patrimonio y hace seis meses que no recibo nada para mis gastos más indispensables... No sé a quién recurrir”.
El defraudado, de unos 80 años de edad, hace una pausa mientras toma fuerzas para hablar nuevamente y prosigue: “No sé cómo expresar mi pesar por esta situación que atravieso, los recursos que deposité en Ficrea son los ahorros de toda mi vida y hace seis meses no veo nada de ellos”.
Ya con las lágrimas corriendo por su rostro, Don Enrique, quien ha estado presente en prácticamente todas las apariciones públicas de los defraudados y se identifica por su inseparable andadera, agradece a los medios de comunicación y les pide que den a conocer “la arbitrariedad que le han hecho al liquidar a Ficrea”.
Hace una última pausa, piensa en lo que va a decir, pero ya no puede y sólo concluye con: “No puedo decir más”.
Y así, ya transcurrieron seis meses de la intervención de Ficrea, con un saldo de más de 6,800 defraudados, cuatro detenidos, jaloneos políticos, polémicas por el “rescate al estilo Fobaproa”
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Responsable de este blog: Jorge Eduardo Jiménez
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