Al Pueblo de México:
El pasado domingo 19 de junio se cumplieron un año y seis meses de la revocación de Ficrea. Ha sido un camino duro. Los meses pasan y el resarcimiento del daño parece lejano, aun cuando se dice que está cerca un primer pago por medio del concurso mercantil (CM), que llegaría apenas al 10% del capital de cada uno de los ahorradores. A este paso ¡Quién sabe si habrá un segundo pago!
A los ahorradores defraudados por Ficrea nos tocó padecer esta injusticia. Siempre he pensado que a pesar de lo amargo de la experiencia, independientemente de los que recuperemos o no, debe de salir algo bueno de todo esto.
Los ahorradores hemos quedado atrapados en una maraña de intereses verdaderamente malignos. No, no es una exageración, ustedes lo saben. Que si sueltan al notario que validó las operaciones fraudulentas del dueño de Ficrea (Aquí); que si los doscientos y tantos automóviles reconocidos en poder de Ficrea por el interventor se convirtieron de pronto en ciento y tantos; que si la cartera de $3,200 millones nominales reconocidos, se convirtieron en $2,400; que cerraron Ficrea por fraude, mientras la PGR no persigue ningún fraude....
Todo esto es una mezcla de franca corrupción, y con todo, muy complicada de comprobar legalmente; de farsa y simulación, y sobre todo, de crasa injusticia.
Este es el mundo en el que vivimos, este es el país en donde vivimos. Me hace sentir avergonzado. Y eso que el caso Ficrea es sólo un botón de las terribles injusticias que cada minuto tienen lugar, debidas en gran parte al mal funcionamiento de eso que llamados Estado. ¡Bah, valiente Estado, si es sólo solapador de injusticia tras injusticia!
EN REALIDAD, SE RÍEN DE NOSOTROS
Un analista político de los que respeto, creo que fue Lorenzo Meyer, dijo: "en medio de todos estos problemas, de tantas injusticias, estos sujetos --los que están a cargo del Estado, llámense gobernantes, o legisladores, en menor medida incluso los jueces--, en privado, lo que hacen es reírse de nosotros, de los demás ciudadanos".
Esa imagen, de los Aguadé, los Dicostanzo --en nuestro caso--, riéndose de nosotros, en privado, se me quedó en la mente y aunque por supuesto no tenemos el video de sus risas por nuestra tragedia, no podría ser de otra forma. ¡Se están riendo! Y con ellos, por supuesto, toda la runfla de malvivientes del dinero público, los encargados de la supervisión de las Sofipos, toda esa burocracia deleznable.
Mario Dicostanzo, Condusef, y Jaime Aguadé, CNBV,
durante una comparecencia ante legisladores, por
el caso Ficrea, a finales del invierno de 2015.
Foto: Cuartoscuro (Clic para ampliar)
Lo mismo ha pasado, un año después, a un nivel macro, a un nivel mucho mayor, con la llamada "Ley 3de3", que es parte de las llamadas "leyes anticorrupción". Para no extenderme en este Blog sobre el tema, recomiendo altamente la lectura de los siguientes tres artículos. Vean si no, es el mismo modus operandi que se puso en marcha con la "Ley Ficrea". Vean si no.
Y conste, nadie puede acusar a estos tres articulistas que enlazo a continuación de ser anti-gobierno, y sin embargo, describen perfectamente, la forma en que estos vividores se ríen del pueblo.
ARTÍCULO: "De 3de3 a 2018", de Jorge G. Castañeda.
ARTÍCULO: "¿Qué hará Peña Nieto frente a la trampa del Congreso?, de Carlos Puig
ARTÍCULO: "El presidente Peña y la #Ley3de3", de Leo Zuckerman
ARTÍCULO: "Sistema Nacional Anticorrupción: ¿Qué discutimos?, de Héctor Aguilar Camín.
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Responsable de este blog: Jorge Eduardo Jiménez
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