Saturday, January 14, 2017

El extraño caso de Donald Trump (1a. parte)

Por Jorge Eduardo Jiménez

Mientras el mundo está en ascuas por la próxima toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, muchos se preguntan si todo el alboroto que esta expectativa causa se traducirá en acontecimientos extraordinarios durante el mandato de cuatro años que comienza el 20 de enero.



Pareciera que el mundo entero, los mercados, los medios de comunicación, las redes sociales, están esperando que de Trump provengan hechos revolucionarios, insólitos, para bien o para mal. Según algunos, Trump va a provocar un cambio cataclísmico en el orden mundial.

En verdad eso sólo lo sabremos andando el tiempo. Sin embargo, si vamos a escribir o hablar sobre este personaje, lo que debemos hacer es ponerlo en perspectiva o tratar de hacerlo.

Por eso, aquí abundaremos sobre un hecho que parece pasar desapercibido pero que es muy importante. Y este hecho es la EDAD de este personaje.

Muchísima gente parece hablar de  Trump como si fuera un adolescente. El locuaz personaje ciertamente da motivos para ello.  Pero hay que recordar que...

EL PRESIDENT MÁS VIEJO

El próximo 20 de enero, Donald Trump se convertirá en el presidente más viejo al llegar al poder, en la historia de Estados Unidos.

Trump tendrá ese día la edad de 70 años, 7 meses y seis días. Apagará 71 velitas --si no ocurre nada extraño, las apagará en la Casa Blanca-- el próximo 14 de junio.

Alcanzará así Trump un récord que tiene hasta ahora Ronald Reagan, quien al tomar posesión, el 20 de enero de 1981, tenía 69 años, 11 meses y 14 días.

Pero además, recordemos que Donald Trump empezó su carrera política, en estricto sentido, en junio de 2015, cuando anunció que buscaría la nominación del Partido Republicano. Cierto que Trump ha sido toda su vida un hombre de negocios, de negocios grandes, y que ha estado en contacto con políticos toda su trayectoria, de unas cinco décadas. 

Pero eso no significa que su carrera de antes de 2015 haya tenido algo que ver con el liderazgo político. Su carrera en el asunto del mando, de la verdadera política, tiene pues año y medio, que es "nada".

PODEROSOS EN LA VEJEZ

Este rasgo, una persona que alcanza, desde cero, un gran poder en la séptima década de su vida no es para nada común. Es decir ha habido y hay personas poderosas ancianas, pero éstas llegaron al poder mucho más jóvenes, y no en su senectud. No es común que ancianos lleguen de pronto, así nada más, al poder, ni en el caso de presidentes, ni de otro tipo de líderes políticos ni en la época actual ni en la historia universal.

Hay presidentes de países democráticos que han llegado al cargo a avanzada edad, pero son bastante pocos. --En Africa ha habido y hay presidentes de muy avanzada edad, pero la mayoría son nombres que nos son desconocidos en este lado del mundo--. 

Son pues muy escasos los personajes que han llegado a ser presidentes septuagenarios y que han tenido relevancia internacional. Ya mencionamos a Ronald Reagan, a quien muchos consideran fue un buen líder y un personaje con relevancia para EE.UU., pero tampoco fue un revolucionario ni un iconoclasta. En un caso más reciente, podemos nombrar a José Mujica, quien asumió la presidencia de Uruguay a los 75 años.

Otro ejemplo célebre es Nelson Mandela, quien se convirtió en el presidente de Sudáfrica a los 75 años, como colofón de una larga vida en la revolución y en la lucha social y política.

Pero vayamos más allá que únicamente hablar de una oficina presidencial. Son muy escasas sino es que casi ausentes las figuras de la historia universal que han hecho cosas importantes --en lo político y militar-- empezando su carrera de liderazgo a una edad avanzada, es decir en la vejez, ya no digamos tras rebasar los 70 años.

Entre todo lo que se escribe y dice en estos días sobre Donald Trump, se hacen comparaciones que si con Hitler, que si Mussolini, que si Julio César, etc.

Sin embargo, todas esas figuras y otras más en las que podamos pensar, que revolucionaron al mundo para bien o para mal, con sus acciones, y no precisamente con sus palabras, empezaron su carrera de liderazgo político o militar en una edad joven, o relativamente joven. Incluso el ya mencionado Reagan, comenzó su carrera política a los 55 años. 

Más aun, si pensamos en los emperadores romanos, resulta que los nombres más famosos, César Augusto, Tito, Trajano, Claudio, Domiciano, ninguno llegó al poder después de los 60 años.  De los emperadores famosos, el más viejo al asumir el trono fue Vespasiano, a los 60 años, cuando tuvo una gran carrera político-militar. Pero todos estos personajes, de nuevo, empezaron en el asunto del poder desde jóvenes.

¿QUIÉN O QUÉ ES DONALD TRUMP?

Nadie podrá negar que lo que estamos diciendo aquí es muy significativo, porque nos lleva a las preguntas ¿Quién o qué cosa es Donald Trump? ¿Por qué está ahí, haciendo lo que hace hoy día? ¿Cómo es que llegó ahí? ¿Por qué todo el mundo se refiere a él como si ya fuera un gran personaje histórico? --Ser presidente de algún país no te hace por sí sólo un gran personaje histórico--

Estas preguntas no son triviales, estamos hablando de alguien que está a punto de convertirse, al menos por cuatro años, en una de las personas con mayor poder del planeta Tierra.

UNA HIPÓTESIS

Para responder estas preguntas, avancemos la siguiente hipótesis de trabajo: Donald Trump es una persona cuyo papel en este momento está suma y absolutamente sobrevalorado. Hay razones para pensar que va a ser un presidente estadounidense bastante mediocre en todos sentidos, sino es que súmamente malo, en el sentido de calidad.

Los grandes personajes, los grandes héroes, o los grandes villanos de la historia, han sido personas sobresalientes, capaces, con talentos que están por encima del común de los mortales. Hasta a Hitler, sus más enconados enemigos y críticos le reconocen sus extraordinarias capacidades de liderazgo político.

Pero esos personajes desarrollaron su carrera, o esbozaron de lo que eran capaces desde su juventud, o desde su temprana madurez. A nadie, de pronto, le pica un mosquito que le insufla el talento político extraordinario.

No sabemos si los estadounidenses se equivocaron al elegir a Trump y si se equivocaron, no sabemos en qué medida. Pronto lo comenzaremos a saber.

Es muy probable que Trump no tarde en dar muestras de lo que verdaderamente ES: un hombre de negocios, capaz y talentoso hasta cierta medida, quizás, que le ha tocado ocupar por cuatro años --podrían en total ser ocho-- uno de los puestos burocráticos más importantes disponibles en el mundo. Una vez allí, hará lo que pueda, y si se equivoca tendrá que pagar las consecuencias. También las tendrá que pagar la mayor potencia política y económica del mundo.

Además de tener su talento para los negocios, Trump es --lo ha sido por años-- un excelente bufón posmoderno, un bufón de los medios electrónicos. Y eso es lo que más está llamando la atención en su periodo de "presidente electo", en este mundo de Twitter y teléfonos "inteligentes". Eso sería muy divertido si no causara confusión en muchos, quienes piensan que Trump, al actuar así en estos días, ya está ejerciendo su "gran poder".

Ya veremos cuánto nos dura el entretenimiento.

FIN


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