Friday, December 12, 2014

¿ESTO OCURRIÓ CON NUESTROS AHORROS EN FICREA?

Para ilustrar el drama de los ahorradores de FICREA, publico el siguiente relato, utilizando a un hipotético ahorrador.


El señor Guardado es un próspero pequeño empresario de la ciudad de León Guanajuato. Un buen día, el señor Guardado se topó con la empresa FICREA S.A. de C.V. SOFIPO. Le gustaron sus tasas al ahorro, por más del 9% anual para inversiones de más de 1.5 millones de pesos.

Don Guardado desconfió. Sin embargo, por no dejar, decidió ir a platicar con los asesores de dicha pequeña financiera. Allí se enteró que era una empresa regulada por la CNBV. Existía un seguro de montos depositados por poco más de 100,000 pesos, sin embargo las operaciones de esta empresa tenían muchas salvaguardas, esta, como todas las SOFIPO estaban reguladas por una ley, según la cual debían publicar sus estados financieros cada 2 meses y eran supervisadas y calificadas por la CNBV.

Las operaciones de crédito, le explicó el asesor de FICREA a Mister Guardado, se realizaban a través de contratos de arrendamientos de maquinaría, y equipo para pequeñas y medianas empresas que constituían activos de FICREA, que en caso de impago del acreditado, el activo quedaba asegurado porque la maquinaría se vendía. Pero estos casos eran raros, porque la tasa de morosidad del FICREA era de las más bajas de las Sofipos, y más baja que la de muchos bancos, y esto, estaba firmado por la CNBV.

A fin de cuentas don Guardado decidió poner en FICREA dos millones de pesos, lo cual constituía un porcentaje de sus ahorros. El Sr. Guardado abrió un pagaré liquidable al vencimiento a un año, con lo cual además se hizo acreedor al obsequio de una pantalla Sony, de muy buen tamaño. Las cosas no podían estar mejor. Don Guardado estaba seguro que su dinero no estaba en riesgo así que decidió confiar.

Paso un año completo. Cada mes, el amable asesor de FICREA le hacía llegar a don Guardado su estado financiero. Al cumplirse el plazo, el estado financiero marcaba las ganancias cercanas al 10% del capital. El empresario ahorrador decidió retirar su dinero. Con un capital de 2 millones, los intereses estaban cercanos a los 200,000 pesos. Feliz, don Guardado vio su dinero llegar a su cuenta bancaria. Gran satisfacción sintió el Sr. Guardado, tanta que pensó que valdría la pena seguir haciendo negocios con esta financiera tan profesional y tan benéfica para sus clientes.

El asesor le explicó que existía un producto que quizá le interesaría. Este consistía en poner en FICREA la tesorería completa de su pequeña empresa, en un pagaré a un año, periodo durante el cual, sin embargo, mes a mes, la financiera el entregaría el monto de sus intereses. Don Guardado le dio una buena pensada y decidió que si ponía sus aproximadamente 10 millones de pesos de la tesorería, dicho capital le estaría generando montos mensuales de alrededor de 100,000 pesos, con lo cual podría cubrir gran parte de su nómina, prestaciones para sus empleados y gastos varios. Pero además de todo, su asesor le aseguró que dada la cantidad que pensaba invertir, en cuanto lo hiciera, de inmediato recibiría de regalo un viaje a Las Vegas para dos personas, en un hotel de lujo. Demasiado bueno para ser verdad, pensó Don Guardado, pero también pensó que él y su familia se merecían algo así, y que el trabajo con FICREA ya había demostrado ser muy productivo.

Así, Don Guardado puso la tesorería de su empresa en FICREA, se fue a Las Vegas y al regresar, durante varios meses, recibió el monto de los intereses de su capital en su cuenta bancaria. Orgulloso se sentía don Guardado de vencer a la inflación y de vencer a lo que usualmente ofrecen los bancos, aun por montos similares o mayores a los de su tesorería.

Todo iba bien, hasta un día de la primera semana de noviembre de 2014. Entonces vio en las noticias que la CNBV había intervenido a FICREA por presunto lavado de dinero. El corazón de Don Guardado dio un vuelco.

¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba el dinero de Don Guardado? Resultaba que detrás de las explicaciones que los asesores de FICREA le daban, estaba un esquema algo más complicado. La CNBV, a través del interventor designado para FICREA, "descubrió" que ésta canalizaba casi todos sus crédito a través de Leadman Trade, una empresa arrendadora, fundada en 2000, y que al parecer tenía éxito en los negocios de arrendamiento. Sin embargo, dicha arrendadora no podía ser supervisada por la CNBV al tratarse de una S.A. de C.V. Don Guardado, que investigó por su cuenta todo lo que pudo sobre FICREA, Leadman Trade y el proceso de intervención, llegó a enterarse que dicha "triangulación" como la llamaron las autoridades y los mismos contratos de crédito estaban fuera de las leyes. Aquí, Don Guardado se preguntó ¿Qué no las autoridades conocen y autorizan los contratos de crédito?

Don Guardado se topó en internet con un informe de la calificadora HR Ratings sobre Leadman Trade, de abril de 2012, donde se describía que la arrendador recibía fondeo de su empresa relacionada, FICREA, es decir, la famosa triangulación, al menos en parte, era información pública desde hacía más de 2 años.

¿Qué pasaba entonces con el dinero que recibió Don Guardado de su primer depósito? ¿De donde provenían los intereses que durante varios meses recibió Don Guardado de su capital invertido de 10 millones? La realidad es que el capital de Don Guardado entró a Leadman Trade, donde fue colocado en negocios cuya naturaleza, al 12 de diciembre de 2014, no se conocen del todo.

Los intereses que FICREA entregaba mes a mes a Don Guardado no provenían de operaciones productivas que realmente generaran ganancias por encima del 10%, puesto que ese porcentaje le debía tocar al ahorrador. En realidad, FICREA pagaba a Don Guardado sus intereses de los depósitos que nuevos ahorradores metían a la financiera. A partir de los primeros meses de 2014, FICREA lanzó una intensa campaña en medios que le permitió más que duplicar sus activos. Todo este dinero era puesto o prestado por FICREA en Leadman Trade, y luego colocado, se supone, en negocios de los cuales aún no se sabe su verdadera naturaleza, dado el limitado informe que al 12 de diciembre, ha dado el interventor nombrado por el gobierno mexicano.

Decíamos que los intereses que recibía Don Guardado provenían en realidad del dinero depositado de nuevos ahorradores. Mientras, el capital de Don Guardado se encontraba en negocios, repetimos, cuya naturaleza apenas está por descubrirse. Esta práctica de pagar a un inversionista con dinero de nuevos inversionistas se conoce en finanzas como un esquema Ponzi, y es una modalidad de fraude algo más sofisticada que una pirámide, y se caracteriza porque las empresas que lo llevan a cabo, suelen comenzar como negocios legítimos. Todo parece indicar que FICREA empezó en algún momento de los últimos meses, a trabajar como esquema Ponzi, y si existen negocios legítimos tras otra parte de sus operaciones, eso aún está por ser determinado por el interventor.

Don Guardado llegó a dichas conclusiones tras hacer su propia investigación, y tras hablar con otros ahorradores y con asesores independientes. Sus enormes ojeras evidenciaban los días difíciles que estaba pasando Don Guardado.

¿Cómo es que las autoridades no se habían dado cuenta antes de todo esto? ¿Actuaron a tiempo al lanzar la intervención a inicios de noviembre? ¿Habrá pérdida de capital? ¿Dónde está invertido el capital de Don Guardado y de más de 6,000 ahorradores como él? ¿Quién es culpable al menos indiciado de estas irregularidades y de que los ahorradores no tengan seguro su dinero? Tristemente, el gobierno no tenía respuesta para ninguna de estas preguntas a menos de tres semanas de que el año concluya.
















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