Sunday, March 01, 2015

Reflexión de domingo: Una nueva Primavera Mexicana

Al pueblo de México:
Al presidente de la República, Enrique Peña Nieto:
A los legisladores de la República:

                                                          "Realmente este día (este pasado día de la Bandera) sólo puedo ver así a la bandera: un verde del dinero que se roban 
la gran mayoría de políticos y servidores, 
un blanco de la anhelada paz y transparencia 
que hace falta en México, un águila que observa 
el horizonte tratando de encontrar en el futuro 
una solución al presente y un rojo de toda la sangre 
inocente que se derrama sin una lógica ética y humana".
Publicado en Facebook por una compañera ahorradora


DIARIO DE UN INVERSIONISTA DEFRAUDADO: Hoy en día domingo, Día de la Familia por cierto y sintiéndose ya en el aire la próxima primavera de este Año del Señor de 2015, hacemos una reflexión diciendo con sinceridad que las cosas en México parecen no pintar bien.



Los bienes terrenales, su escasez y la debilidad del símbolo de la riqueza mexicana: nuestra moneda, parecen reflejar la falta de valores entre quienes ejercen o deberían ejercer, el servicio público en nuestra República, pero también entre los ciudadanos, quienes frecuentemente no sabemos cómo ejercer el poder que nos dan nuestras leyes supremas... Aunque es obvio que ahí vamos aprendiendo.

Los ahorradores defraudados por Ficrea podemos ser vanguardia, punta de lanza en la Revolución que se viene. No una revolución de las armas. La Tierra, nuestra planeta se revoluciona todos los días, revolución quiere decir vuelta, regreso al origen, regreso a lo que importa y que olvidamos (Leer disertación de Octavio Paz sobre la palabra revolución), también ha sido usada para significar cambio violento. Pero esta vez no es tiempo de violencia. No la necesitamos, nadie necesita la violencia.

Las semillas de una nueva Primavera Revolucionaria, radical --radical quiere decir, ir y mirar a las meras raíces de las cosas-- se encuentran a nuestra disposición, listas para que los ciudadanos mismos busquemos la justicia y pongamos orden en nuestra casa, nación, patria, República.

Hemos permitido por mucho tiempo que los ocupantes de puestos públicos, de la Federación al municipio, de los tres poderes, ejecutivo, parlamento (Congresos) y cortes (Tribunales) se acostumbren a servirse ellos mismos y a sus allegados antes de servir a la patria y al pueblo --que son lo mismo--. Ah y no se nos escapan los sindicatos oficiales, los partidos políticos y empresas públicas, todo lo que reciba dinero de los contribuyentes.... ah y también por supuesto los pro-vee-do-res del Estado.

A todos estos servidores públicos debemos reeducarlos los ciudadanos, pero no a la manera tradicional, ya están demasiado crecidos y han ido a demasiadas escuelas para eso.

Debemos educar y acostumbrar a los servidores públicos y afines a que miren a los ojos a los ciudadanos para que se den cuenta a quién se deben. "Mírame bien a los ojos... ¿Ya?... Ahora sabes quién paga tu salario y a quién debes servir...". No está de más recordarles a cada momento quién paga su salario. ¿Por qué casi no lo hacemos?

A los ciudadanos nos respaldan las leyes para someter a los políticos a nuestros designios.

No se trata de remover, quitar a quienes actualmente ocupan puesto de decisión, no señores, se trata de trabajar con estos mismos y con los que lleguen después, que tendrán que ser personas del mismo pueblo --y lo son los que están ahora--.

Tampoco se trata de que otros políticos nos vengan y salgan con que ellos son la solución para los problemas de la Patria. Ay ajá...

Esta nueva Primavera Mexicana tiene que iniciar con estas acciones mínimas:

1.- Quitarle a los políticos el control del dinero. Esa es la clave. Actualmente hay varias iniciativas de académicos, expertos y algunos políticos que van en esta dirección. Pero seamos realistas, los que hoy se benefician por la falta de control de los ciudadanos sobre lo que se hace con nuestro dinero, no van a apurarse a mejorar su rendición de cuentas, si los ciudadanos no los obligamos a que le metan velocidad.

2.- Cero tolerancia a los actos de inmoralidad pública. Con frecuencia se usa la palabra "corrupción", pero este es un término demasiado genérico. Los ciudadanos debemos castigar con todo rigor cualquier falta relacionada con estos ilícitos y actos inmorales específicos:
  • Fraude al Estado (El código penal federal tipifica así el fraude: "Comete el delito de fraude el que engañando a uno o aprovechándose del error en que éste se halla se hace ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido").
  • Aceptación de sobornos (la Real Academia Española de la Lengua (RAE) define soborno como: "corrupción de alguien con dádivas para conseguir de él algo". Miren, la RAE usa la palabra "corrupción" y ese "algo" suena como siniestro)
  • Venta de influencias y venta de protección (esto como que suena a ese "algo" que menciona la RAE en el segundo elementos de la lista)
  • Conflicto de interés. Aunque no es un ilícito es una falla de conducta que no puede ser tolerado en servidores de la República.
3.- Firmar entre todos los ciudadanos mexicanos, de corazón, un pacto fraterno, simbólico, no es que haga falta puesto que ese pacto ya existe, sin embargo, debemos refrendar nuestro espíritu de respeto a las leyes, y organizarnos para pagar y contribuir con nuestros impuestos cuando sea y lo que sea conducente, de la forma estipulada en la ley (Sí señores, esto es necesario). Creemos que con esto se cierra el círculo de esta propuesta de Revolución Ciudadana, esta nueva Primavera Mexicana.

Esta es una reflexión libre, de un ciudadano mexicano, que no pretende imponer sus ideas a nadie.

Feliz domingo.

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Responsable de este blog: Jorge Eduardo Jiménez
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