Thursday, April 23, 2015

'Es la Hora de Opinar' y su crudo liberalismo al juzgar caso Ficrea

Al Pueblo de México
Al presidente de la República, Enrique Peña Nieto:
A los legisladores de la República:

DIARIO DE UN INVERSIONISTA DEFRAUDADO: En este post voy a hablar sobre el programa de TV "Es la Hora de Opinar", transmitido por Foro Tv, que es un canal que sólo se ve en la ciudad de México, en tele abierta y por cable en todo el país y en EU. En este "show", el pasado martes, en un segmento de 25 minutos, se analizó el caso Ficrea.

Javier Tello y Leo Zuckerman, 
en "Es la Hora de Opinar".

Dicho segmento fue una conversación sobre el tema entre el conductor Leo Zuckerman, politólogo y también articulista de prensa, y su conductor adjunto, Javier Tello, también experto en ciencia política.

Me gusta este programa "Es la Hora de Opinar", de opinión y debate, por la libertad con que se externan opiniones sobre diversos temas.

Zuckerman y Tello son exponentes y claros entusiastas de la doctrina política-económica conocida como "liberalismo". Es una doctrina en la que en cierta forma yo estoy de acuerdo, es una bella doctrina porque considera al ser humano como capaz de, en toda su libertad y dignidad, dirigir sus propios asuntos individuales y de grupo, e implica una profunda fe en el ser humano para actuar de forma correcta y racional si se le coloca en las condiciones propicias para ello. El liberalismo otorga la mayor importancia al individuo, sus derechos y sus obligaciones, por encima incluso de los derechos del grupo. Dicha postura, contrario a lo que pudiera pensarse, suele desembocar, en los países donde se ha podido aplicar, en sociedades muy ordenadas, en las que los conflictos sociales tienen un espacio muy amplio para resolverse dentro del marco de leyes y preceptos sumamente racionales.

México es un país cuyas leyes tienen el germen liberal, pero que está muy, muy, muy lejos de aplicar dicha doctrina en la realidad.

El problema con el liberalismo es que es un ideal. Si nos volviéramos fanáticos del liberalismo, si quisiéramos aplicar el liberalismo a ultranza en todos lados, por ejemplo en México, nos daríamos cuenta que no es posible implantar una doctrina así, en la realidad del día a día, en un lugar donde las condiciones de justicia humana y social son tan dispares. Si se aplicara en México el liberalismo que Zuckerman ama, de inmediato los más beneficiados --¡aún más!-- serían aquellos que arrancaron la carrera de la vida desde posiciones privilegiadas, es decir las personas como Zuckerman y Tello: aquellos que nacieron en familias afluentes, con posibilidad de educarse en las mejores escuelas, de viajar, sin grandes preocupaciones económicas, con la oportunidad de rozarse con las élites ecónomicas, políticas y culturales.

Y bueno, no es necesario que en México se aplique un liberalismo a ultranza para darnos cuenta que dichas condiciones de desigualdad ya se cumplen, sin posibilidades de que los menos privilegiados accedan a mejores condiciones.

Zuckerman y Tello adolecen de aquello que aqueja a gran parte de la élite gobernante y económica de México. Al haber estudiado en países muy avanzados, en sus mejores escuelas, traen a México dichas ideas y doctrinas, pero rara vez bajan a ras de tierra, a observar cómo es el pueblo mexicano, cuáles son sus problemas, sus tradiciones, su sentir. Zuckerman y Tello no gobiernan, pero su visión es compartida en esencia por gran parte de los mandos altos y medios en el gobierno y otras posiciones de decisión y poder.

Recomiendo a los lectores de este Blog conseguir el programa del pasado martes, para escuchar las posiciones de Zuckerman y Tello sobre el caso Ficrea.

Zuckerman es un liberal muy crudo, mientras que Tello suele ser más moderado. Zuckerman dijo que para que el capitalismo funcione, se debe permitir que quienes hayan arriesgado su dinero, asuman pérdidas, pues de otra forma, se castiga a quienes actúan con prudencia y mayor racionalidad al manejar su dinero. Y créanme, el politólogo lo dijo en un tono sumamente indignado. O sea Zuckerman teme lo que más temen y repudian los liberales, que es vivir en una sociedad irracional y desordenada. Tiene que haber un orden, y el orden racional y liberal es el orden que pocos ven como el mejor a largo plazo para la sociedad.

Pero bajémonos de la nube, señor Zuckerman, en el caso Ficrea estamos hablando de un sector popular. El pueblo somos todos señor Zuckerman, usted y yo también, pero cuando se habla de ahorro popular, nos estamos refiriendo a instrumentos financieros que no discriminan, es decir que operativamente son accesibles a todos: a los que tienen 1,000 pesos para ahorrar, o menos, y a los que tienen 1, 2, 3 millones de pesos, o hasta mucho más. Al estar estos instrumentos abiertos a todo el "pueblo", las autoridades están obligadas a cuidar a los participantes EN TODO EL PROCESO. Y usted sabe muy bien lo despiadado que el mundo de las inversiones financieras.

Hoy Sergio Sarmiento, otro egregio articulista liberal, dice en su columna en Reforma: "No tiene sentido tener una legislación especial para crédito popular (Ley Ficrea). Debe haber un solo conjunto de normas para todas las instituciones de banca y crédito con las mismas exigencias y misma supervisión".

Yo estoy de acuerdo con Sarmiento, en México padecemos que "legislacioncitis", hacemos leyes y leyes y leyes para regular todo, y las cambiamos y las remendamos una y otra vez, cuando ese no es el camino hacia una mejor sociedad, por supuesto. No somos como país, capaces de pensar que los individuos podemos cuidar nuestros propios intereses sin necesidad de tanta regulación.

Pero nuevamente, cómo queremos un país ordenado al estilo liberal, cuando nuestro gobierno no aplica los recursos monetarios, de nuestros propios impuestos, a ofrecer al pueblo una verdadera educación, de gran calidad --incluida aquí la famosa "educación financiera"-- . El dinero de nuestros impuestos se va en muy buena parte a financiar el show de los políticos y en dar a las élites gobernantes, desde los municipios hasta la nación, la oportunidad de enriquecerse incluso defraudando al Estado sin castigo. Nuestros gobernantes, nuestros "líderes" dan un pésimo ejemplo de cómo debe vivir un ciudadano en pleno uso de todos sus derechos. Y lo hacen porque el resto de los ciudadanos lo permitimos. Entonces, señores articulistas liberales, ¿Cómo le pedimos al pueblo que esté organizado a lo liberal? Imposible, necesitaríamos una verdadera revolución --y no una revolución violenta, o demagógica a lo Venezuela, sino una revolución de verdad--- a todos niveles en México para que eso fuera posible.

Por tanto, para poner orden en nuestro país, el orden que tanto añoran Zuckerman y gran parte de la élite cultural, habría que empezar a poner orden y meter en cintura a nuestra élite política, empezando por el dinero de los ciudadanos que ellos administran y gastan. Y no, el camino no es mirar con desprecio al pueblo, pensando que se les pueden aplicar de forma fanática una doctrina que antes, se deberia aplicar a las élites. Y hablo antes que todo, del valor de la honestidad. Lo que menos deberíamos tolerar los ciudadanos es que los servidores públicos del Estado roben o nos mientan.

Por ahí empieza el camino hacia el verdadero liberalismo.

"Justicia, Verdad, Fraternidad en el caso Ficrea"

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Responsable de este blog: Jorge Eduardo Jiménez
En Twitter: Ehecatl6
Correo-e: ibetyouwishyouwererighthere@gmail.com

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